Todos y cada uno de los elementos en el Universo vibran en una frecuencia particular. Nuestros pensamientos y sentimientos, incluyendo todo aquello que reside en nuestro subconsciente, transmiten una vibración específica hacia el Universo, y esas vibraciones moldean la vida que experimentamos. Así es como funciona el Universo. La buena noticia es que una vez que comprendemos cómo opera, tenemos el poder de hacer que el Universo trabaje a nuestro favor.
Si te sientes estancado, insatisfecho o descontento con tu vida, la respuesta radica en elevar tu vibración personal a esa frecuencia perfecta donde tus intenciones y deseos resuenen con las intenciones y deseos del Universo.
La Frecuencia de la Creación
Esta frecuencia ideal, la llamo la Frecuencia de la Creación. Es el punto óptimo donde estás en sintonía con la vida. Cuando accedes a esta frecuencia, recuperas el poder creativo que es tu derecho de nacimiento. Te encontrarás capaz de colaborar con el Universo para manifestar la vida de tus sueños.
Si todo en el Universo es energía, entonces las "cosas" que deseamos son menos como objetos sólidos y más como corrientes de energía que debemos aprender a redirigir hacia nosotros. ¿Cómo dirigimos la energía? Creamos intención. Y creamos intención a través de las vibraciones de nuestros deseos y pensamientos. En lo que nos enfocamos se convierte en nuestra realidad. Como dice el refrán, donde va la atención, fluye la energía.
La Ley de la Atracción en Acción
Este principio es comúnmente conocido como "la ley de la atracción ", pero ha existido durante siglos, incluso milenios. Desde antiguos sabios como Buda y Lao Tzu hasta libros de autoayuda contemporáneos y películas como "El Secreto", ha sido una enseñanza perenne que ha cautivado la imaginación humana. Incluso la Biblia nos dice: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá" (Marcos 11:24).
El sentimiento fue repetido siglos después en términos menos religiosos por pioneros de la motivación como Ernest Holmes, autor de "La Ciencia de la Mente", y Napoleon Hill, autor de "Piense y Hágase Rico", quien escribió: "Cualquier cosa que la mente del hombre pueda concebir y creer, puede lograr". Muchos otros grandes maestros y pensadores siguieron sus pasos.
La Persistente Insatisfacción
A pesar de la popularidad perdurable de esta idea, muchos de nosotros, incluso aquellos que hemos leído todos los libros de autoayuda, asistido a los seminarios y practicado las técnicas, todavía nos sentimos insatisfechos e incompletos.
Según los expertos, esto no es sorprendente. Las encuestas muestran constantemente que la mayoría de nosotros no nos sentimos felices o satisfechos con nuestras vidas. A pesar de nuestra creciente conexión a través de Internet, muchos de nosotros, paradójicamente, nos sentimos más aislados que nunca.
Encontrando Nuestra Frecuencia Vibratoria
Si no lo sabes, eres energía. Tú, y todas las personas en este entorno, somos energía. El entorno entero está formado por energía vibratoria. Y aunque parezca un concepto nuevo, los antiguos yoguis lo sabían bien.
Dentro de la energía, cada uno de nosotros vibra en una frecuencia. Las frecuencias vibratorias bajas están relacionadas con sentimientos y pensamientos negativos, como el miedo, la ira, la envidia, la crítica, la culpa, etc. Las frecuencias vibratorias altas están relacionadas con emociones, sentimientos y pensamientos más positivos, como el amor, la alegría, la libertad, la compasión, etc.
¿Cómo me siento?
Para saber en qué frecuencia estás, puedes preguntarte simplemente: "¿Cómo me siento?". Si te sientes bien, es que estás vibrando en una frecuencia alta, y si te sientes mal, es que estás en una frecuencia baja.
Factores que Afectan Nuestra Energía
Hay varios factores que pueden afectar nuestra energía, incluyendo:
- Otras personas: La energía de otras personas puede influir en la nuestra.
- Lugares: Algunos lugares nos conectan con energías positivas, mientras que otros nos dejan con una sensación negativa.
- Situaciones: Las situaciones que vivimos a diario nos exponen a diferentes frecuencias energéticas.
- Alimentos: Los alimentos también son energía, y algunos nos proporcionarán una energía más positiva que otros.
- Actividades: Hay actividades que nos hacen vibrar alto y otras que no tanto.
Conectando con Nuestra Propia Frecuencia
Es importante distinguir entre las energías externas que nos afectan y nuestra propia frecuencia energética. Para conectar con ella y hacer que vibre alto, te propongo un ejercicio sencillo de auto-observación:
- Busca un momento en el que puedas estar a solas sin distracciones.
- Siéntate o túmbate cómodamente.
- Coloca tus manos en tu pecho, plexo solar o vientre.
- Conecta con tu respiración, haciéndola más suave, lenta y profunda.
- Pregúntate: "¿Cómo me siento?".
- Observa lo que surge y pregúntate: "¿Es este sentimiento mío?".
- Si sientes que no es tuyo, inhala y exhala, soltándolo.
- Repite el proceso hasta que llegues a lo que sí viene de ti misma.
- Siente tu propia energía y abrázate.
Conectar con nuestra propia frecuencia y elevarla es fundamental para vivir una vida plena y satisfactoria. Al identificar y soltar las energías externas que nos afectan negativamente, podemos enfocarnos en cultivar una vibración alta que nos permita manifestar nuestros deseos y vivir en armonía con el Universo.
| Frecuencia Baja | Frecuencia Alta |
|---|---|
| Miedo | Amor |
| Ira | Alegría |
| Envidia | Libertad |
| Culpa | Compasión |
Recuerda, la clave para alinear nuestra frecuencia con la del Universo reside en la auto-observación, la intención consciente y la práctica constante. Al sintonizarnos con nuestra propia energía y cultivar una vibración positiva, podemos crear la vida que deseamos y experimentar la plenitud que nos corresponde.
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